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Los lavavajillas son unos electrodomésticos esenciales que pueden hacernos ahorrar tiempo y energía cuando se trata de lavar los platos o utensilios de una cocina. Pero, ¿cómo funcionan exactamente? Al comprender los conceptos básicos del funcionamiento del lavavajillas, podemos aprovechar mejor nuestro electrodoméstico y mantener nuestros platos limpios y relucientes. Este artículo nos proporcionará una descripción detallada de los lavavajillas y cómo optimizarlos al máximo y de forma óptima. ¿Lo vemos?
Básicamente podríamos resumirlo en que este electrodoméstico utiliza agua, detergente y calor para limpiar los platos, lavándolos en lotes pequeños. Pero detallándolo un poco más observaremos que los más típicos o usuales, constan de un motor con boquillas que rocían agua mezclada con la cantidad adecuada de detergente en la parte inferior de la unidad y trabajan con sistemas más complejos. que veremos a continuación.
Un lavavajillas se compone de una serie de componentes que trabajan juntos para limpiar y desinfectar los platos. Todos los lavavajillas contienen estas tres partes clave: la bomba, el motor y las válvulas. Juntos forman lo que se conoce como una "máquina automática".
La bomba: este componente mueve el agua desde la bomba de suministro hasta la bomba de drenaje a través de una manguera o tubo. La bomba bombea el agua a alta velocidad a través de dos canales delgados (llamados tuberías) para entregarla rápidamente. El movimiento del agua entre una parte y otra crea succión que ayuda para sacar el agua del fondo de un plato.
El motor: el motor hace girar el eje dentro de la bomba. Es idéntico a un motor en cualquier otra máquina que usa energía mecánica para arrancar, detener, cambiar de marcha o girar un objeto.
Las válvulas: controlan la cantidad de agua que entra y sale de cada tubería abriendo y cerrando las válvulas que se colocan debajo de cada tubería.
Esta máquina de lavado automatizado, actúa mediante el sistema de ciclos de lavado. El ciclo generalmente involucra dos ciclos de enjuague y dos ciclos de llenado para ayudar a limpiar los platos de manera eficiente.
Una vez tenemos algo más claro su funcionamiento, veamos algunos consejos.
Cargar correctamente los platos en su lavavajillas puede marcar una gran diferencia en temas de eficiencia y resultado. Saber cómo colocarlos correctamente una única vez también puede ayudarnos a ahorrar tiempo y energía para las próximas veces.
En la rejilla superior es para las tazas, los tazones, los vasos y los recipientes pequeños. Incluso hay lavavajillas que tienen opción a copas de cristal (subiendo y bajando un pequeño compartimento e incluso el cajón entero). Pondremos estos utensilios boca abajo a lo largo de un lado de la rejilla de modo que pueda entrar el agua. Asegúrese de que cada elemento esté ligeramente separado de los demás y tenga espacio para moverse, ni demasiado que pueda moverse ni demasiado apretado para que pueda agrietarse o romperse.
En la rejilla inferior es donde van los platos y recipientes más grandes, además de las ollas y sartenes de mayor tamaño. Los platos y los recipientes se deben colocar orientados hacia el centro del lavavajillas, para que estén correctamente expuestos a los brazos aspersores. Hemos de utilizar las púas de la rejilla inferior para colocarlos correctamente. Si nuestro lavavajillas tiene dientes plegables en la rejilla inferior, los utilizaremos para tener espacio adicional para artículos como ollas y sartenes grandes. (Asegurarse de que los lados interiores estén alineados con el brazo rociador para una limpieza óptima).
Cesta de cubiertos: En contra de lo que pueda parecer, es preferible no agrupar el mismo tipo de cubiertos; mézclalos. Los cubiertos, especialmente las cucharas, tienden a ‘acoplarse’ unas con otras cuando se colocan juntas, lo que puede provocar que el agua no llegue a toda la superficie de estas por igual. Por seguridad, coloca los cuchillos con las hojas hacia abajo y los mangos hacia fuera. Los cuchillos siempre van hacia abajo.
Los lavavajillas modernos ofrecer varias rejillas adicionales y soluciones flexibles para adaptar y optimizar el espacio. Si es el caso, mirar una sola vez las instrucciones de carga de nuestro modelo, nos puede ayudar a optimizar espacio y nuestro tiempo.
Realmente hay muchas discusiones sobre cuál son los mejores. Cada fabricante defenderá su mejor producto pero cuando se trata de obtener los mejores resultados para su lavavajillas, es importante elegir el detergente adecuado. A continuación, desglosamos algunas de las opciones de detergente con sus propiedades.
Líquido o gel: los detergentes líquidos para lavavajillas suelen estar formulados para limpiar los platos sin dejar residuos en ellos. Tienen una alta concentración de tensio-activos que disuelven las partículas de alimentos en agua mientras proporcionan una excelente espuma (para ayudar a eliminar la grasa). También suelen contener enzimas como la proteasa, lipasa o celulasa que descompone las proteínas y los almidones en los alimentos. Sin embargo, como no contienen abrasivos como el detergente en polvo, podemos decir qué es la mejor opción para lavar una vajilla muy delicada, porque es el menos agresivo.
Detergente en polvo: Esta elección se está volviendo menos viable y más obsoleta, como el gel. Pero podemos decir que, es el más recomendado sí vivimos en una zona con aguas duras, que contienen muchos minerales como la cal. Este tipo de agua tiende a dejar manchas blancas en los vasos y platos de cristal o plástico. El detergente en polvo es el que mejor elimina estas manchas
Pastillas o Tabletas: Este tipo de detergente podríamos decir que es un ‘híbrido’ entre los dos anteriores así que tendrán la mayor eficiencia de ambas. Una de las principales ventajas de usar este tipo de detergentes es que se descomponen gradualmente durante el ciclo de lavado, lo que permite obtener resultados de limpieza mejores y más profundos. (Esto significa que la suciedad se eliminarán en diferentes etapas, en lugar de solo cuando comience el lavado).
Podemos decir que estas son las más usadas porque realmente son las más efectivas, aunque recordemos, salvo en el caso aguas muy duras y si hacemos mucho uso de vajillas delicadas.
Los lavavajillas son una parte esencial de cualquier cocina y pueden ahorrarle mucho tiempo. Pero si no se usan correctamente, también pueden causar muchos problemas. Desde el desbordamiento del agua hasta las piezas rotas, hay muchos errores comunes que la gente comete al usar sus lavavajillas que deben evitarse.
Veamos los errores más comunes que cometen las personas al usar sus lavavajillas y cómo evitar que ocurran en el futuro.
Usar el detergente equivocado La clave para usar su lavavajillas correctamente es usar el tipo correcto de detergente. Mucha gente usa un detergente líquido diseñado para lavar los platos a mano, pero estos líquidos en realidad pueden dañar su lavavajillas y hacer que se descomponga más rápido de lo que lo haría de otra manera. Lo mejor es un jabón en polvo o en gel, ya que son menos abrasivos y no dañarán la máquina. Para evitar esto en el futuro, asegúrese de seguir las instrucciones del tipo de jabón que esté usando para sus platos para no dañar su lavavajillas sin darse cuenta.
Dejar artículos dentro del lavavajillas sin revisarlo Un error común es dejar sin querer algún utensilio pequeño como algún cubierto, u otros artículos en el piso del lavavajillas después de cargarlo o descargarlo, incluso si no está completamente lleno. La fricción de estos objetos por contacto puede causar daños a nuestra máquina. Así que es menester, asegurarse siempre de revisar la máquina correctamente antes de cerrar la tapa, corrija o limpie cualquier desorden antes de cerrarla nuevamente.
Apilar utensilios de forma desordenada y fuera de sus compartimentos. No debemos apilar los utensilios los unos contra los otros ya que esto podría obstruir el alcance de los brazos rociadores e incluso romperlos, dañar su propia vajilla o favorecer que queden restos de suciedad y se acumulen entre otros.
Usar solo una pequeña cantidad de agente limpiador para ahorrar, dentro de la máquina antes de usarla. Esto puede hacer que nuestros artículos no salgan tan limpios como lo hubieran hecho de otra manera. Y a parte, lo que nos ahorramos en un plazo corto a largo plazo puede cobrarse con el anticipado deterioro del electrodoméstico.
Sobrecargar su lavavajillas A veces, cuando las personas cargan sus lavavajillas más de lo que necesitan, es difícil para las máquinas equilibrar la carga y drenar adecuadamente y pueden causar daños por exceso de trabajo o daños en los componentes de nuestro electrodoméstico.
Mantener nuestro lavavajillas limpio y en buen estado es fundamental para su correcto funcionamiento por lo tanto, lo primero que aconsejamos siempre que adquiera un electrodoméstico, ya sea en Todoprix o en otro comercio, es que se lean atentamente las instrucciones de cada modelo para ahorrarnos futuros inconvenientes. Una vez dicho esto, remarcaremos que (como todo electrodoméstico), la limpieza y el mantenimiento de nuestro lavavajillas son esenciales para que funcione sin problemas y de manera ideal.
Sin un mantenimiento regular, nuestro lavavajillas podría averiarse rápidamente, comenzar a oler desagradable o ralentizarse el proceso de secado y provocar corrosión.También la limpieza y el mantenimiento regular puede ayudar a evitar reparaciones costosas y prolongar la vida útil del electrodoméstico.
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Un lavavajillas es un electrodoméstico imprescindible en toda cocina así que con la información adecuada y el mantenimiento correcto tendremos siempre el mejor aliado si lo sabemos aprovechar.
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