Los braseros es uno de los productos más antiguos que recordamos, donde se colocaba debajo de la mesa, cerca de las piernas y que nos dejaba los pies calentitos. Los primeros braseros se utilizaba carbón para calentar y después fueron sustituidos por los eléctricos, fabricados con una resistencia de acero.
Los primeros modelos consumían mucha electricidad y no solían contar con termostatos. Los braseros actuales, en cambio, se caracterizan por su bajo consumo y su versatilidad.
Antes de comprar un brasero eléctrico, deberás tener en cuenta la potencia, los niveles de intensidad o calor, así como el número de resistencias del brasero. Además, es importante que cuente con algún sistema de seguridad, y que toda su estructura esté bien protegida.